miércoles, 23 de abril de 2008

PERSIGUIENDO LOS CARNAVALES DEL NORTE ARGENTINO

Una ves que salimos de Iruya y mientras esperábamos la llegada de Merr y Sofi para hacer el cruce de frontera hacia Bolivia nos dedicamos a perseguir los famosos carnavales norteños. De Humahuaca a Tilcara de Tilcara a Humahuaca como tres veces tratando de dar con el día indicado para vivir la fiesta.
El primer contacto con el carnaval fue efectivamente en Humahuaca donde vivimos en desentierro y la fiesta en la plaza con la comparsa “Los Chupandeiros” un grupo de médicos, abogados y terratenientes de la zona, según nos conto el muchacho que nos atendió en el cyber. Si bien el carnaval es increíble, el ambiente es muy familiar y festivo la gente de la zona dice que se fue perdiendo un poco lo que era en un principio la festividad.


Los trompetas sonaban en la plaza central y las campanas repicaban mientras tanto la gente no paraba de bailar al compás de llamativas canciones preparadas especialmente para la ocasión o simplemente clásicos del folclore andino, las calles estaban llenas de gente festejando y era muy difícil salvarse del talco perfumado y la blanca nieve, como ellos llaman a la conocida espuma.
Pasamos una tarde inolvidable en la plaza de Humahuaca y al caer la noche partimos para Tilcara en busca de alguna peña. Una ves allí buscamos un lugar para dejar las mochilas y nos encontramos con una camping muy llamativo, con solo leer su nombre nos dimos una idea de lo que nos esperaba…”el osito panda cariñoso” era algo así como una casa antigua con patio de tierra donde cabían unas cuantas carpas y unas habitaciones totalmente deterioradas con el piso de cemento roto y llenas de polvo. Fue allí donde nos encontramos nuevamente con las chicas con las cuales compartimos nuestra estadía en Iruya y ante la negativa de la señora que nos vigilaba constantemente de poder pasar la noche en la habitación tuvimos que armar la carpa en el patio, algo que después de pasar la triste noche tilcareña, ya que las peñas estaban cerradas por un accidente en la ruta que había dejado dos muertos, y la secuencia por parte de la ley dentro del osito cariñoso, nos resulto bastante favorable.

La noche pasó y no fue una noche más por lo menos para mi, algo había cambiado desde que fui a Iruya y de regreso en la quebrada, quizás este blog no sea el lugar indicado para expresarlo ni tenga en este momento la necesidad de hacerlo pero en esos escasos cinco, seis días de viaje en mi cabeza se había clarificado muchas cosas o mas bien me había dado cuenta de lo que venia sospechando desde hacia algún tiempo.
Con el sol que salía de entre los cerros nosotros retomábamos la marcha hacia arriba otra ves Humahuaca y de ahí directo a la ciudad donde comienza Argentina, un lugar donde siempre quise estar La Quica…

lunes, 21 de abril de 2008

IRUYA, EL PARAISO PERDIDO ENTRE LOS CERROS

El camino que nos conduce a Iruya es increíble el colectivo de línea con portaequipajes te indica que el pueblo esta tomado, si tomado por mochileros.
¿Que van a buscar allí? No lo se, Pero desde que entras a Salta y hablas con la gente todos te nombran a el pueblo como si fuese Wall Disney pero la verdad, esta gracias a Dios, muy lejos de serlo.


Iruya es simplemente un paraíso perdido entre los cerros… que el boca en boca, el turismo , la televisión o valla uno a saber quien dio a conocer e hizo que mucha gente incluido nosotros estemos hoy visitando el lugar.
Si bien uno particularmente en sus viajes intenta toparse con las diversas culturas, costumbres, habitantes y todo lo que hace a un lugar y que estos sean lo mas autóctonos posibles no podemos evitar ir a lugares como estos aunque el turismo allá metido mano en su sociedad y sea esta la actividad principal cuando en épocas anteriores ser agricultor, campesino o Colla era simplemente uno cuestión de destino hoy es algo impuesto por los progenitores y además por el mercado.


Mas halla de esto Iruya te deslumbra, cuando sacas de tu vista las miles de mochilas que bajan de los micros y empieza a caer la noche las callecitas se iluminan muy tenue, los burros andan sueltos por las adoquinadas calles, el ruido del rió aumenta porque el bullicio es menor, el pueblito se convierte en algo maravilloso. Así también son sus amaneceres el cantar de los pájaros y el verde de los cerros hacen que los sentidos no paren de sentir y que los pulmones se llenen de ese aire puro y es quizás esta la respuesta a la pregunta del principio!


En Iruya me maraville, me deslumbre, me divertí pase uno de los mejores momentos de mi vida y eso quizás se lo deba a la gente que en ese momento me rodio que sin conocernos compartimos un montón de cosas juntos que son por lo menos para mi inolvidables… y vale la pena agradecerlas!