miércoles, 24 de octubre de 2007

TRES DIAS EN ENTRE RIOS

Armar la mochila es algo especial siempre, pero por tres días es una sensación muy particular, cuando comienzo a meter cosas dentro pienso las veces que me van a ser útiles y nunca llego a mas de una, y claro tres días pueden pasarse tranquilamente con lo puesto y mas transitando caminos superpoblados y lugares plenamente turísticos donde encontrar las cosas indispensables para pasar el tiempo no es un imposible, pero en estos momentos quizás es cuando nuestra imaginación y las muchas historias contadas y escuchadas nos traicionan y nos imaginamos aislados y sin comida ni bebida cosa bastante difícil.
Entonces cargando peso demás salimos los tres, el sábado a la mañana en tren a Zarate para poder llegar a El palmar y pasar un buen fin de semana planeado e imaginando futuros viajes


viernes, 12 de octubre de 2007

HUELLAS QUE NADIE PODRA BORRAR
Beinotti, Alejandra / Trivelli, Vanina


HABIA UNA VEZ un continente, con gente que tenía su propia cultura. Ella implicaba una forma de ser, de mostrarse aún sabiendo que nadie estaría alguna vez allí para observarlos. Y tenían una organización social y económica, modo de estructurar sus vidas con jerarquías propias, con obediencias inmiscuidas en su propio contexto.

Esta gente tenía su religión con sus creencias y sus dioses, a quienes debían su propia existencia, la tierra y el cielo, los animales y las plantas, el sol y el agua. Dioses que daban sentido a sus vidas, por los cuales llegarían a ofrecer sus bienes más preciados. En fin, una humanidad que vivía en sus tierras, que la sentían su casa, su lugar. Sin pensar que alguien algún día, en una situación nunca imaginada, sería capaz de arrebatarles todo lo que implica su dignidad, su ser hombre, diferente e igual a la vez. Capaz de tener y por ello mismo, de ser arrebatado.

Pero esta tranquilidad, esta seguridad se vio trastocada un día. Es que llegó la otra humanidad, esa que decía que había un solo Dios, que era uno y trino. El creador de la tierra, del cielo y del mismísimo hombre. Los europeos, que pedía sometimiento absoluto en aras de cumplir con el mandato divino ya que era la verdadera y única religión en la que todos los hombres debían depositar su fe, por ser ellos mismos descendientes de Adán y Eva.

Esta humanidad también tenía su cultura, que respondía a parámetros totalmente opuestos a los de la otra humanidad. Estos eran los que se decían civilizados, los que tenían la honrosa misión de civilizar a los bárbaros, porque no tenían el dominio territorial, la religión cristiana ni la ley dada a conocer por la revelación divina.

Y cabe preguntarnos: ¿era acaso eso la civilización? La locura que para nosotros hoy se hace explícita, en ese tiempo se tornó un disfraz capaz de engañar del modo más vil. Y no es difícil imaginar el por qué de tanto arrebato injusticado. Cuán fácil es cumplir
objetivos utilizando la herramienta de la mentira, de la cobardía que encierra el abuso de la inocencia del otro.

Una pieza clave de este engaño la cumplía el famoso requerimiento. Texto que reflejaba la actitud europea con respecto a las culturas americanas nativas. Que encerraba un conjunto de letras muertas, de sonidos no reconocibles, de ideas que nada representaba para los americanos.

Este texto sólo existía para cumplir una formalidad, una exigencia legal antes de atacar. Este documento era leído frente a los nativos y les daba la oportunidad de someterse pacíficamente a la autoridad de los reyes de Castilla. Si así no lo hiciesen, el final violento era ineludible.

"...os rogamos y requerimos que entendáis bien esto que os hemos dicho, y toméis para entenderlo y deliberar sobre ello el tiempo que fuere justo, y reconozcáis a la Iglesia por señora y superiora del universo mundo, y al Sumo Pontífice, llamado Papa, en su nombre, y al Rey y reina doña Juana, nuestros señores, en su lugar, como a superiores y reyes de esas islas y tierra firme, por virtud de la dicha donación y consintáis y deis lugar que estos padres religiosos os declaren y prediquen lo susodicho.
Si así lo hicieseis, haréis bien (...) os recibiremos con todo amor y caridad, y os dejaremos vuestras mujeres e hijos y haciendas libres y sin servidumbre, para que de ellas y de vosotros hagáis libremente lo que quisieseis y por bien tuvieseis, y no os compelerán a que os tornéis cristianos, salvo si vosotros informados de la verdad os quisieseis convertir a nuestra santa Fe Católica..."
"Y si así no lo hicieseis (...) os certifico que con la ayuda de Dios nosotros entraremos poderosamente contra vosotros, y os haremos guerra por todas las partes y maneras que pudiéramos, y os sujetaremos al yugo y obediencia de la Iglesia y de Sus Majestades, y tomaremos vuestras personas y de vuestras mujeres e hijos y los haremos esclavos, y como tales los venderemos y dispondremos de ellos como Sus Majestades mandaren, y os tomaremos vuestros bienes, y os haremos todos los males y daños que pudiéramos, como a vasallos que no obedecen ni quieren recibir a su señor y le resisten y contradicen; y protestamos que las muertes y daños que de ello se siguiesen sea a vuestra culpa y no de Sus Majestades, ni nuestra, ni de estos caballeros que con nosotros vienen."


Cuanto autoritarismo oculto. Cuánto dolor emerge al saber que estas palabras jamás han sido comprendidas por los nativos, se leían en castellano o latín, sonidos extraños que los condenaron a vivir una realidad incomprensible, impotencia encerrada en los ojos desorbitados que miraban la destrucción, la entrega, la burla.

Y cuántas veces ni siquiera han sido escuchadas, ya que los españoles lo leían desde sus barcos, en la cumbre de alguna colina, a grandes distancias de los indios. Pero, por supuesto, siempre estuvo presente un notario, quien certificaba por escrito que los nativos habían sido advertidos.

HABIA UNA VEZ un continente que perdió su propia cultura, su forma de ser. Perdió su organización económica y política. Perdió a sus creencias y sus dioses. A su tierra, su casa, su lugar... tomaron por completo sus ganas de vivir en libertad, sus anhelos, sus sueños ocultos que presos del engaño no han dejado de latir.

Cuando no hay posibilidad de defensa, cuando la humildad no encuentra lugar frente a tanta soberbia, cuando el compartir se quiebra frente a tanta codicia se hace insostenible hasta el más culto de los argumentos posibles.

Y HABÍA UNA VEZ... construcción que precede al relato de un cuento. Que pretende encerrar al niño en un mundo mágico, lleno de encantos y fantasías, donde hay buenos, hay malos, hay finales felices... Esta vez, no hay cuento, solo realidad. Y es lo que más nos duele, porque es este descubrimiento de América, este descubrimiento del otro el que cubrió la vida de toda una humanidad. El que se encargó de tapar la luz natural que, encendida en el corazón de la tierra, brillaba en aras de un futuro que no era el que venían a imponerles, ese que cargaron sobre sus hombros.

Y sin embargo, hay algo que nada ni nadie puede negar, algo que enlaza la vida de estos verdaderos habitantes con la tierra. Porque del suelo es que emergen sus pies, del cielo tormentoso bajan sus ojos. Del canto de los pájaros hicieron su propia voz y de los majestuosos árboles, armaron sus manos. Son ese latido perdido de un corazón que no ha muerto y esa gota de rocío tan perfecta como definido.

Qué ironía este 12 de octubre como el día de la raza. Porque no significó un encuentro para conocer y respetar al otro miembro de una cultura diferente. Si no que fue una historia de sometimiento, lleno de crueldades y abusos. Como toda historia de los pueblos, triunfa una sola versión, la de los más poderosos. Y es esa la que quiere perfilar nuestra mirada, nuestro modo de pensar. Pero hay otra versión, esa que por ser real y poco conveniente a los principios del hombre blanco ha merecido el castigo del silencio. Silencio que con el paso del tiempo, muchos se han animado a romper.

Si hay algo que indiscutiblemente asegura la potestad de este lugar americano, es la huella dejada por los primeros que han pisado este suelo. Huella que queda, que permanece intacta a través del tiempo. Huella que es el reflejo del derecho que se tiene sobre las tierras. Y habrán pasado los vientos y habrán caído lluvias. Más de unos pies habrán intentado borrarla, suplantarla. Pero ha calado hondo, esta huella ha tomado el espíritu mismo de la tierra y es imposible que lo pueda soltar.

jueves, 11 de octubre de 2007

CONCURSO DE FOTOS 2007 - VIAJES

El diario argentino Clarin en su seccion Viajes organiza por segundo año consecutivo
el concurso de fotografia. En el pueden participar solamente las que sean en formato digital y tiene dos secciones camara digital y celular en las que se entregan 1ro y 2do premio que obviamente son viajes a distintos lugares del mundo. Sin duda es una buena oportunidad para mostrar alguna de nuetras tantas fotografias de viajes y quien dice poder ganar alguno de las premios. La recepcion de las tomas es hasta el dia 9 de Diciembre.
Aqui les dejo una de las fotos en competencia y el sitio web para que puedan anotarce y enviar sus fotos.

http://www.concursoviajes.com.ar/index.php

lunes, 8 de octubre de 2007

40 AÑOS SI EL CHE

Click sobre la imagen para ver la animacion de Clarin

Existe una imagen negativa de Ernesto Guevara de la Serna resultado de la campaña capitalista en contra de la revolución, en donde el Ché es visto como un terrorista cruel y despiadado, sin tomar en cuenta los puntos positivos tanto de su manera de ver el mundo como de su compromiso con sus ideales.
Habiendo viajado por américa latina, Rusia, China, México, África, intentando por todos los medios hacer un cambio en la realidad de la gente, el Ché Guevara brilla como un símbolo de rebeldía y activismo, una persona que murió en la lucha revolucionaria, siendo fiel a sus ideales y convicciones.

A 40 años de su muerte este es nuestro humilde homenaje a este "viajero loco", Argentino y revolucionario. Que murio por una Latinoamerica unida y soberana.

jueves, 4 de octubre de 2007

PARQUE NACIONAL EL PALMAR

Después de nuestro ultimo viaje en semana santa al Cerro Tres Picos y el ascenso
logrado, volvemos a cargar las mochilas y el 12 de Octubre partimos hacia El Palmar en busca de nuevas anécdotas y aventuras y preparándonos para el viaje por el Norte de América del Sur en el verano del 08.


El parque nacional El palmar fue creado con el objetivo básico de resguardar uno de los últimos palmares de Yatay, representativos de los que, hasta fines del siglo pasado, prosperaban sobre todo el oriente de Entre Ríos. Su amparo se extiende además, a otros ambientes de significativo patrimonio natural, como la selva en galería y el monte xerófilo.
Se encuentra en el sector norte del Departamento Colón
(Provincia de Entre Ríos-Argentina).
La portada del parque esta sobre la Ruta Nacional Nº 14 desde donde hay 12 kilómetros hasta el Centro Administrativo
Desde Buenos Aires son 365 kilómetros a través del puente Zárate-Brazo Largo que desemboca en la Ruta Nacional Nº 12, y luego la Ruta Nacional Nº 14 hasta Colón, desde esta ciudad hasta el Parque hay 55 kilómetros por la última ruta mencionada.
Básicamente este es el viaje que vamos a hacer, como siempre en nuestras mochilas van las cámara de fotos que de regreso estarán en la pagina además de los datos útiles para futuros viajeros.